Daniel Bianco se hizo cargo de la dirección del Teatro de la Zarzuela con el objetivo y la promesa de renovar el género y acercarlo a las nuevas generaciones, al público reacio a disfrutar de una zarzuela. Este es su segundo proyecto totalmente suyo y en este caso ha vuelto a dar con la clave del éxito. Pablo Viar lleva a la escena la música de José de Nebra y cuenta ni más ni menos que con un repartazo totalmente femenino encabezado por María Bayo y Lidia Vinyes. Gabriela Salaverri se encarga de vestir y Albert Faura de iluminar al brillante elenco femenino.
Contar con un artista de la talla de Frederic Amat para que se encargue de la escenografía podría ser motivo suficiente como para llenar todos los días el teatro de la calle Jovelllanos. Amat es un artista total, un genio de esos que se dan cada no sé cuántas generaciones y que por sí sólo ya merecería todos los honores. Es un auténtico privilegio contar en Madrid con otro trabajo suyo. Todo un regalo para el Teatro de la Zarzuela y para los amantes de ESTA zarzuela que defiende Daniel Bianco. Un acontecimiento de esos que marcan época. Un auténtico delito perderse el trabajo de María Bayo y del genio entre los genios Frederic Amat.
Por si fuera poco, esta gran experiencia se complementa con una exposición, «Frederic Amat, la escena pintada», en el Thyssen, en el que puedes ver creaciones para la escena de este grandioso creador, organizada de forma paralela al gran espectáculo que podemos gozar en el Teatro de la Zarzuela.
No hay excusa para no amar la Zarzuela.