José Luis Arellano y Álex Villazán: «Emociona muchísimo que la gente viaje lo que nosotros hemos viajado».

José Antonio Alba

Queda muy poco para que El curioso incidente del perro a medianoche vea, por fin, la luz en la capital y el equipo de Teatro Madrid nos hemos colado en una pausa de los ensayos para poder conversar con José Luis Arellano, su director, y Álex Villazán, actor protagonista de uno de los títulos más esperados de esta temporada que ahora arranca.

Esta producción del Grupo Marquina junto a Acción Sur es la versión en castellano de la premiada adaptación teatral de Simon Stephens sobre la novela de Mark Haddon que podremos ver a partir del próximo día 5 de septiembre en el Teatro Marquina de Madrid.

Teatro Madrid.- ¿Cómo comenzó esta aventura de poner en escena El curioso incidente del perro a medianoche?

José Luis Arellano.- Soy seguidor de Simon Stephens, tenía muchas ganas de hacer una obra suya, así que le llamé y decidimos hacer Punk Rock con La Joven Compañía. Vino y, no solo le gustó mucho el montaje, le gustó el ambiente, el equipo y empezamos a entablar una relación de amistad. Hablando una de esas noches le pedí El curioso incidente del perro a medianoche. Fue muy curioso porque le dije “¿Tengo que hablar contigo?” y él me dijo “Te lo doy”, y le dije “Pero no sabes qué” y me dijo “Quieres ‘El perro’. Pues no te preocupes que es para ti, quiero que lo hagas tú”. Fue una cosa muy bonita, como que sabíamos que iba a ocurrir en algún momento. No fue nada premeditado ni pedido, de compra-venta de espectáculos, fue más humano, entre él y yo.

TM.- ¿Es la primera vez que se hace en castellano?

JLA.- En España sí. En Latinoamérica ya se había hecho, pero en español en Europa, no. Y a él, que es un gran amante de España y del castellano, le apetecía mucho.

TM.- Álex, ¿cómo has trabajado el meterte en la piel de Christopher Boone?

Álex Villazán.- Con mucha tranquilidad, paciencia y muchas ganas, pero sobre todo con mucha honestidad. Es un montaje muy complejo y con mucho recorrido y hay que cogerlo con tranquilidad. El personaje es un caramelo y la función es una maravilla.

TM.- ¿Qué retos te está suponiendo?

AV.- Dejando a un lado el libro, que dice cómo es, los sitios por los que pasa y cómo se comporta , hay que hacer un trabajo previo de documentación, de leer, de ver, de saber lo que estás haciendo o gestos que te pueden servir o no. Dentro de ese compendio de cosas, tienes que elegir qué es lo que te viene mejor y luego ya es jugar y hacerlo desde el respeto, sobre todo. Ayer vino un chico con Asperger a ver un ensayo y dijo que él creía que Christopher era más autista que Síndrome de Asperger, otros dicen lo contrario. Al final es un chaval como cualquier otro, solo que ve la realidad de forma distinta.

TM.- ¿Por qué creéis que no se había hecho antes?

JLA.- Es un espectáculo que todos sabemos que no es barato, que pide que tenga diez actores, está escrito, pensado y dibujado con unas determinadas características y no hacer ciertas cosas obliga a que la función pierda brillo. Exige un teatro que le apetezca liarse la manta a la cabeza y hacer todo esto, y la verdad que el Marquina lo ha hecho.

TM.- Poder ensayar en el espacio donde se va a estrenar y que además sea quien apueste por el espectáculo metiéndose en la producción, es un lujo, ¿no?

JLA.- Lo es. Nadie se ha metido con cómo hacer el reparto, fíjate que podrían haber dicho que podríamos haber hecho un reparto televisivo, pero entendían que necesitaba un tipo de características determinadas. Me han dejado libertad absoluta. Creo que necesitaba un teatro, una cabeza, como ha sido en este caso David Peralto, Alejandro Colubi y Vicente Roig que permitiesen esta locura. ¡Y luego gente que no estemos muy bien de la cabeza, que se meta en una cosa de estas características! jajaja

TM.- Viendo el equipo que conforma esta producción, aquí hay mucho aroma a La Joven Compañía, ¿no?

JLA.- Y a lo que yo hacía antes de la Joven. Le tengo que agradecer mucho a la Joven Compañía porque, aunque ya he trabajado con mucha gente antes que con La Joven Compañía, como Gerardo Vera, Álvaro Luna, Juanjo Llorens, si no hubiese estado cinco años casi diariamente amándonos y pegándonos, hacer una función de estas características en un mes, hubiera sido complejo y lo hemos hecho porque el equipo nos entendemos, nos queremos y nos comprendemos mucho.

TM.- ¿Esta podría decirse que es la evolución lógica tras La Joven?

JLA.- Mira, una función como esta se puede hacer, además de por todo el apoyo, gracias a La Joven Compañía, es decir, porque hemos podido experimentar con jóvenes casi diariamente ¡Y porque existe Villazán! Me sale esa cosa de madre o padre, pero una de las cosas más maravillosas que tiene hacer ‘El Perro’ es poder dársela a Álex que ha hecho una carrera preciosa en La Joven, es súper joven y ha evolucionado mucho, fíjate que tiene tres mil o cuatro mil funciones a la espalda con 23 años. Esta función, si no hay un joven, es difícil de hacer, pero tiene que ser un joven que esté dos horas y media en un escenario aguantando una temperatura teatral muy concreta.

TM.¿Estamos viviendo un relevo generacional en el teatro?

JLA.- Está fenomenal que en la profesión haya jóvenes profesionales que amen el teatro, que haya mucha sabia nueva, que los recambios existan, que no se vean como una amenaza, que se vea como un enriquecimiento, pero no podemos perder de vista a las actrices y los actores de setenta años, que también los estamos perdiendo. El teatro se hace con todos. Como público a mí me llena de orgullo cuando veo en el escenario a un joven con una señora de 80 años haciendo teatro juntos, es una maravilla y creo que el público y la profesión se lo merece.

TM.- El curioso incidente del perro a medianoche ya se ha podido ver en muchos lugares del mundo y la gente que conoce el espectáculo tiene una idea preconcebida, lo que veremos en Madrid, ¿será similar a lo visto en Londres o Broadway o es una puesta en escena propia?

JLA.- La obra tiene una forma de verse, una forma de entenderla, evidentemente puedes salirte de contesto y hacer lo que tú quieras, pero no es fácil porque tiene muchos colores que ya están contados ahí. Es una propuesta muy personal nuestra, pero está inspirada en el mundo británico. Es el espectáculo que el texto te pide. Ese viaje que hace Christopher lo hacemos con los actores, con el texto, pero también con los elementos que nos da el teatro: Los videos, las luces, los sonidos, con todos los elementos teatrales imaginarios y reales,  en ese sentido guiñamos más el ojo a lo que se hizo en Inglaterra.

AV.- No hemos hecho un musical, pero tiene un andamiaje bastante similar.

JLA.- La apuesta que está haciendo el Marquina es impecable. Han reformado el teatro, la gente que conoció en su momento el Marquina se van a encontrar con un espacio renovado, grande, lleno de elementos digitales que a los que hacemos teatro nos gusta, al menos a mí.

TM.- Damos por hecho que la gente la conoce, pero ¿Cuál creéis que puede ser el atractivo principal para aquellos espectadores que desconocían hasta ahora el título?

JLA.- La función es muy universal, es una historia de padres y madres, de familias. Apela directamente al corazón, a la ternura. El viaje que hace el niño es un viaje que puede hacer cualquiera, es un viaje personal.

AV.- Esperemos que vengan muchas familias y muchas personas que tengan síndrome de Asperger o autistas y que se sientan identificados y que vean que se ha hecho con una mínima honestidad y con mucho cariño. Esperamos que lo disfruten.

JLA.- Me emociona muchísimo que la gente viaje lo que nosotros hemos viajado. Que la gente venga, que lo disfrute y que le diga a su vecina “Vete a ver esto porque te vas a emocionar, id todos a verla” Lo que realmente vende entradas es el que a alguien le emocione, si eso pasa, habremos triunfado a nivel emocional, si no, no pasa nada, metemos el corazón en la maleta e intentaremos buscar en otro sitio.

TM.- Para ti como actor, Álex, ¿cómo has vivido este paso de La Joven Compañía a una producción como El curioso…?

AV.- Siguiendo el camino de la compañía en el que poco a poco he ido teniendo, no sé si más responsabilidad, pero sí asumiendo papeles con más peso. Ha sido como seguir unas escaleras para llegar hasta hacer este proyecto.

TM.- Supongo que iniciar este proyecto es algo que llena de ilusión, pero después, conociendo la importancia del título, uno se carga también de responsabilidad y a la vez del disfrute de ver cómo va tomando forma. En el momento en el que os encontráis ahora, ¿qué predomina? ¿La ilusión? ¿La responsabilidad? ¿El disfrute?

AV.- ¡No sé yo si estamos los dos en el mismo momento! jajajaja

JLA.- No, yo creo que no ¡Yo estoy en la inconsciencia más absoluta! jajaja En otras obras sí que he sentido cierto peso, pero esta obra es un juego, es tan bonita, tiene una cosa como personal. No he sido padre y me hubiese encantado, tengo ese trauma personal de no haberlo sido que quizá haga que vuelque todo eso en este tipo de funciones. Es una función en la que se habla de ese viaje tan corto, pero a la vez tan largo, que es desde que se sale de la niñez hasta enfrentarse a la realidad adulta, es un viaje que a mí me emociona. ¡Sé que Villazán está en ese momento de apretar el culo! jajaja, pero creo que esto hay que tomárselo como un juego.

AV.- Sí, yo también tengo ese punto de inconsciencia de no saber hacia dónde vamos, qué va a ser esto. Tampoco soy consciente de la grandeza del proyecto y quizá lo sea cuando pasen los años y lo recuerde.

TM.- Tras el estreno en Madrid, ¿habrá gira?

JLA.- La idea, en principio, es quedarse en Madrid. Imagino que el teatro tendrá que sentarse a hacer números y ver la posibilidad de salir de gira. Nos lo están pidiendo mucho, pero no es un espectáculo barato, por los actores, por la contextura de la función. No es un musical, pero tampoco es teatro de texto al uso, de hecho funciona extraño solo como texto porque está contado para que funcione también como espectáculo.

Texto y fotos José Antonio Alba

Escrito por
José Antonio Alba
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