‘La autora de las Meninas’, un toque de atención ante el desinterés cultural y la vanidad.

José Antonio Alba

“El teatro está vivo. La gente va al teatro, aplaude el teatro con muchas ganas” con esta afirmación tan llena de positivismo Carmen Machi junto a Ernesto Caballero, Francisco Reyes y Mireia Aixalà presentaron La autora de Las Meninas en el Museo del Prado, la función con la que desembarcan en el Teatro Valle-Inclán de Madrid como broche final tras una extensa gira nacional que se inició el pasado mes de febrero en el Teatro de Rojas de Toledo.

La gira ha sido una fantástica oportunidad para que públicos de todo tipo hayan visto La autora de las Meninas, una función que como dice Carmen Machi “Siempre ha sido recibida de una manera increíble, la gente la ha disfrutado, le ha llevado a la reflexión. Después de la función es muy bonito encontrarse con espectadores comentándola, llevándola a debate”, afirmación con lo que están de acuerdo sus compañeros de reparto: “La gira, entre otras muchas cosas, ha servido para descubrir una obra con tantas capas como tiene esta” comenta Francisco Reyes, quien encarna la tentación en la figura de un guarda de seguridad del Museo del Prado un tanto particular “Cada día, de repente, se encontraba un matiz nuevo que disfrutar”. Mireia Aixalà también cree que el público les ha abierto los ojos hacia otras lecturas “Es muy peculiar, es tan grande que siempre descubres cosas, plantea muchas preguntas. El público nos ha enseñado aspectos de la obra que no sabíamos”. Como, por ejemplo, que además de la temática evidente, es una función que habla de la liberación de la mujer, descubrimiento que les sorprendió, recuerda divertida Carmen Machi, ya que fue el propio público quien lo hizo “¡Y tienen toda la razón! Porque hay algo que, cuando una persona se despoja del hábito, recupera la sensación de libertad, de tener punto de vista, de poder opinar, de poder romper la estructura y eso lo han visto en ella”.

La autora de Las Meninas es una fábula distópica que se desarrolla en un hipotético Museo del Prado del año 2037, donde se nos revela una realidad sensiblemente diferente a la actual y donde Sor Ángela, una monja copista, recibe el encargo de realizar una reproducción exacta de Las Meninas. Este encargo esconde un proyecto gubernamental mucho más ambicioso, cuya finalidad es vender el lienzo de Velázquez y, de esta manera, liberalizar la venta de obras de arte del patrimonio nacional para hacer frente a la crisis en la que se halla el país. Este encargo hará que Sor Ángela pase de ser una simple copista a una performer mediática.

Según su autor y director, Ernesto Caballero, esta función nació de la inquietud que le genera “la ausencia y la progresiva esquilmación de todas las disciplinas que tienen que ver con el arte en los planes de estudio. No somos conscientes de la factura que esto nos va a pasar” y supone un toque de atención a las formaciones políticas que miran la cultura con desgana y cierto desprecio. Una problemática con la que ha fabulado, inventándose un futuro no muy lejano en el que ya se dejan ver las causas de esta desatención cultural.

Pero, como Ernesto Caballero comenta, toda denuncia debe tener un punto de autocrítica y en La autora de las Meninas no falta, “es una parábola sobre la vanidad” hacia el ensimismamiento y la autorreferencia que tienen los artistas. “El arte en el fondo es un acto de generosidad para que otro lo disfrute” señala Carmen Machi “El artista no tiene porqué disfrutarlo, los pintores sufrían mucho… ¡algunos hasta se cortaban orejas!” comenta bromeando «La dosis justa de vanidad es necesaria para crecer, para caminar, quererse y poder crear (…) La vanidad te juega una mala pasada cuando dejas de tener la capacidad de admirar al de al lado». El recorrido por la Historia del Arte, que irá desde Velázquez hasta el propio Bansky, es la excusa perfecta para el viaje de autodescubrimiento que Sor Ángela vivirá como artista y fenómeno social. “Los sueños de la subjetividad pueden producir monstruos” remata el director.

Texto José Antonio Alba

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José Antonio Alba
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